Lic. María Carolina Baulo
Historiadora del Arte, Curadora, Escritora
Producción y Gestión de Proyectos Creativos
Art Historian, Curator, Writer
Production and Management of Creative Projects
Henko
PASAJE 865
Noviembre 2025
Curaduría: María Carolina Baulo

Parafraseando mi propias palabras, hace apenas unos años atrás escribí, hablando de la obra de Virginia Valdés, que el relato contenido en ellas emergía de formas filosas y estructuradas que se recortaban sobre planos de colores sólidos, homogéneos, de apariencia cuasi industriales, y desde donde ella enlazaba, mediante movimientos sutiles, un círculo danzante que aportara comunión, lecho; un abrazo entre cada pieza. Y hasta aquí, un eco de una vida atravesada por saberes y conductas adquiridas donde la rigurosa mirada perfeccionista condicionaba modos de hacer, de decir, de vivir, de pintar pero que, gracias a esa coraza sistematizada, rítmica, punzante y decidida, ella puede crear las condiciones de posibilidad para que el caos emerja…finalmente.
La sabia filosofía japonesa nos regala una palabra para describimos esos momentos de transformación irreversible del ser, donde una vez producido el cambio, la percepción del mundo y el entorno muta de manera que sea imposible negar o intentar volver a un estadio anterior. Esa palabra es henko. Habiendo salido de ese puerto, las cadenas se rompen, la nave abandona el lugar de confort y debe, imperiosamente, desarrollar nuevas estrategias para mantenerse a flote. Es ahí, en ese punto donde se ancla, paradójicamente, la muestra: en ese tiempo donde se están construyendo nuevos vínculos, donde Virginia toma conciencia de una vida que ya no la entiende “de a uno” y donde todo ese proceso de respeto sagrado a los patrones, deberes y sistemas de organización, cobran sentido como plataforma para que el verdadero misticismo de lo incierto, tome la posta. En ella, ese quiebre se da con la maternidad.
La propuesta de la muestra Henko es poner en escena, evidenciar, hacer visible un proceso en tiempo real. Las obras realizadas hasta el 2023, señalan ese camino preparatorio, del incuestionable rigor de la vida misma que hace espejo en obras sin fractura, estrictas, bellas, pero con un aire que impone alerta y distancia. Sin embargo, las piezas en proceso, cargadas de pasión, cuerpo, sangre y alma, están invadidas por la sombra de lo que no pide un orden racional sino un dejarse llevar por un ritmo que ya no es Virginia quien lo marca. Henko da cuenta de un aquí y ahora a flor de piel. La instalación de obras se va armando con el transitar del espectador, las piezas parecen inacabadas. Y posiblemente lo están. La honestidad que incomoda, el contraste que descoloca al entendimiento, la unidad de formatos como vestigios de esas geometrías perfectas, la multiplicidad de colores vibrantes que da pie a la paleta acotada la cual, en su extensión, invade cada lienzo y el espacio todo, formando una masa visceral.Los metales brillantes de la luz, dan pie a la oscuridad creativa de las sombras…tanto más grandes, tanto más profundas, tanto más inaprensible.
Henko se detiene en este hoy donde Virginia Valdés deja de esperar el momento adecuado, para darle voz a todo lo que no tiene forma acabada aun, al desborde maravilloso y a veces frustrante de su cotidiano. Y es esa vulnerabilidad manifiesta, ese hacerse cargo del punto de inflexión, lo que la hace valiente y luminosa, enfrentando un “no sé qué” apelando al arte como herramienta para atravesar, sin filos, lo desconocido.