Los espacios que nos rodean son aquellos que conformamos al ir interactuando; son múltiples, cambiantes, particulares y se adaptan a las necesidades y estados de ánimo de las personas. Espacios que nos alberguen y muchas veces, sin quererlo o sin saberlo, los afectamos y distorsionamos con nuestra sola presencia…o ausencia.
 

La obra de Sebastián Varin evidencia la naturaleza en su aparente estado inmutable, ajeno a la mano del hombre. Sin embargo es el hombre quien la captura en imágenes y se interpone en su microcosmos alterando su flujo vital.
 

La propuesta de Javier Mazzeo se vincula con los espacios que representan lo que alguna vez fue y hoy solamente guarda vestigios, aquello del orden de la imaginación, ciudades casi fantasmales habitadas por seres que parecen no saber que ellos son parte de ese letargo fantástico.

 

Rita Simoni relaciona su trabajo con lo que dejamos a nuestro paso, los despojos, los espacios residuales que denotan el paso del hombre y resaltan su huella; conservan la experiencia vivida pero ya no esperan ni anhelan un retorno.
La idea que vincula a estos tres artistas que manejan la fotografía intervenida (con pintura y técnicas digitales), es mostrar un abanico de lugares comunes de encuentro, de territorios netamente humanos aun sin que estemos físicamente en ellos. Porque necesitamos de todos ellos para no quedar atrapados en los recuerdos, perdidos en los sueños o detenidos en el tiempo. Los territorios humanos se construyen y deconstruyen con el movimiento propio de la vida y la fotografía logra retenerlos para la eternidad en un instante.